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Aprendiendo a aprender

Después de la pandemia COVID-19, el aprendizaje autónomo ha ganado un espacio sobresaliente en el campo de la investigación de metodologías de educación innovadoras. De partida, es preciso comprender que la pedagogía de la autonomía concibe el aprendizaje como una profesión y a los estudiantes como profesionales. Así pues, bajo este enfoque, los individuos no son receptores pasivos de la enseñanza, sino que participan activamente del proceso de aprendizaje, estableciendo su propio ritmo, definiendo sus propias decisiones, trazando sus objetivos y el camino para alcanzarlos. En definitiva, los estudiantes desarrollan estas habilidades apoyadas por sus maestros, quienes bajo el paraguas de la pedagogía de la autonomía, proporcionan herramientas que permiten la adopción de hábitos de estudio y técnicas para dirigir y regular el aprendizaje. Asimismo, las herramientas digitales se convierten en un importante aliado para ayudar a los estudiantes a ser más autónomos y tomar control de su propio aprendizaje.

Es importante precisar, que para lograr el éxito de esta pedagogía se requiere desarrollar en los estudiantes la profesión de aprendiz, es decir, se debe “aprender a aprender”. Bajo la metodología de la autonomía, los alumnos empiezan a actuar como profesionales que tienen en cuenta una serie de obligaciones y que toman sus propias decisiones sobre sus objetivos de aprendizaje y la forma de alcanzarlos. Una de las técnicas impartidas en esta pedagogía, es la autorregulación, entendida como la capacidad de comprender y manejar tanto el comportamiento como las reacciones a sentimientos y/o eventos, siendo capaces de concentrarse en una tarea, así como reenfocar su atención en una nueva actividad.

Kukulska-Hulme et al. (2022), sostienen que el aprendizaje autorregulado, implica la adopción de algunas de las siguientes estrategias, las cuales pueden implementarse en todos los ciclos educativos, desde primera infancia, hasta educación superior.

  • Metacognición: reflexionar sobre los propios procesos de pensamiento.
  • Gestión del tiempo: estudio de horarios, teniendo en cuenta los niveles de energía, el acceso a recursos, plazos, eventos fijos, tales como conferencias y compromisos externos.
  • Regulación del esfuerzo: seguimiento al esfuerzo sostenido, incluso cuando se está aprendiendo el contenido y las actividades son difíciles o frustrantes.
  • Aprendizaje entre pares: interactuar con otros estudiantes para alcanzar los objetivos de aprendizaje.
  • Elaboración: capacidad para realizar conexiones entre información nueva y lecciones o experiencias pasadas.
  • Ensayo: revisar reiterativamente el material educativo con el fin de entenderlo y aprenderlo minuciosamente.
  • Organización: programar el acceso a experiencia, recursos y materiales de estudio.
  • Pensamiento crítico: buscar y evaluar información y opiniones y reflexionar sobre diferentes perspectivas para llegar a una conclusión certera.

En línea con lo anterior, la ecología de aprendizaje se constituye en otro concepto clave para el éxito de la pedagogía de la autonomía, la cual hace referencia al contexto que rodea a cada estudiante, incluidas actividades, recursos y relaciones tanto en entornos físicos como virtuales, que brindan oportunidades para el aprendizaje. En la medida en que los individuos son más conscientes de su propia ecología de aprendizaje, se incrementa su capacidad de aprendizaje y su autonomía. Por lo tanto, esta metodología de enseñanza motiva a los estudiantes a adquirir conciencia sobre lo que pueden hacer para mejorar sus resultados de aprendizaje, junto con los beneficios de emplear estrategias de autorregulación.

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Si bien es cierto que la pedagogía de la autonomía otorga una importancia relevante al estudiante como miembro activo de su proceso de enseñanza-aprendizaje, los alumnos también reciben un apoyo fundamental por parte de sus maestros, principalmente en el desarrollo de las habilidades necesarias para garantizar los resultados esperados. Los docentes deben infundir en sus estudiantes la confianza para enfrentar cualquier situación difícil que puedan encontrar durante su viaje de aprendizaje. En otras palabras, se debe enseñar a los alumnos a ser resilientes, dotándolos de herramientas que les faciliten evitar obstáculos en su aprendizaje.

Aunque las metodologías innovadoras y los enfoques de aprendizaje destinados a desarrollar las habilidades y competencias de los alumnos están ganando terreno, la enseñanza en muchas regiones del mundo sigue centrada en gran medida en la transmisión de contenidos desde los docentes hacia los estudiantes. En Visionarios Magdalena, le apostamos a iniciar por una transición de la educación tradicional hacia una educación para el desarrollo basada en la innovación, en la que cada vez más se prioricen las necesidades particulares de cada estudiante y se logren resultados exitosos en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el departamento.

Emyle Britton Acevedo.

 Magister en Cooperación Internacional y Gestión de proyectos.

Consultor en políticas públicas de competitividad.

Bibliografía

Kukulska-Hulme, A., Bossu, C., Charitonos, K., Coughlan, T., Ferguson, R., FitzGerald, E., … & Whitelock, D. (2022). Innovating pedagogy 2022: exploring new forms of teaching, learning and assessment, to guide educators and policy makers.

Evento de Cierre

Visionarios Magdalena se enorgullece en compartir su evento de cierre, el cual tendrá lugar en el salón Bolívar 1 del Hotel Zuana, el día lunes

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