“Un destino turístico inteligente va más allá del uso de la tecnología. Aquellos destinos que quieran optar a la certificación que les reconozca como inteligentes deberán adoptar medidas bajo cinco ejes estratégicos: Gobernanza, Innovación, Tecnología, Accesibilidad universal y Sostenibilidad”.

El desarrollo tecnológico ha dado pasos agigantados en los últimos años y con esto ha cambiado la forma en que los consumidores adquieren sus productos o interactúan con el mercado. Esta realidad no es diferente en el sector turístico, obligando a los destinos a seguir el ritmo del desarrollo tecnológico, ofreciendo experiencias a los visitantes que no solo permiten conocer el destino, sino que generan una interacción de los turistas con el lugar que visitan. No obstante, constituirse como un destino inteligente contempla mucho más allá que la adaptación y uso de la tecnología por parte de los actores turísticos.
De acuerdo a lo estipulado por la Norma UNE178501, diseñada por SEGITTUR y la Secretaría de Estado de turismo de España, un destino inteligente debe construirse desde una perspectiva integral donde las experiencias de los visitantes y la calidad de vida de los habitantes jueguen un papel fundamental. De este modo, la norma resalta cinco ejes de acción estratégicos en los que un territorio debe enfocarse si desea convertirse en un destino turístico inteligente: gobernanza, innovación, tecnología, accesibilidad y sostenibilidad.

Por otra parte, un destino turístico inteligente no solo se caracteriza por su alta integración y uso de tecnologías 4.0, también por la promoción y aplicación de políticas claras de desarrollo sostenible, la articulación de las entidades gubernamentales con los demás sectores de la economía para trabajar de manera eficiente, la provisión de infraestructura que garantiza la calidad de vida de sus habitantes y visitantes, entre otras. De esta forma, no es de extrañar que actualmente muchas ciudades estén trabajando en el fortalecimiento de estas características con la finalidad de convertirse en un destino inteligente, capaz de atraer a turistas cada vez más exigentes y conscientes del impacto que generan sobre el ambiente y la comunidad que visitan.
Un ejemplo de lo anterior lo encontramos en la ciudad de Valencia, declarada en 2022 como Capital Europea de Turismo Inteligente. Esta ciudad destaca por su apuesta y gran trabajo en cuatro elementos claves para posicionarse en un destino inteligente: la accesibilidad, la creatividad, la sostenibilidad y su patrimonio cultural y digitalización. Entre las acciones realizadas por la ciudad de Valencia se destaca su apuesta por reducir las emisiones de carbono generadas por el sector turístico, obteniendo dos importantes certificaciones de huella de carbono. Entre las acciones tomadas para impulsar la reducción de emisiones está la utilización de trasportes alternativos y limpios; y el incremento de la eficiencia energética. De igual manera, la ciudad también ha realizado acciones en pro de la implementación de sistemas de producción circulares, el impulso de la economía local, implementación de tecnologías 4.0 como sistemas de blockchain para rastrear y verificar la huella de carbono y la huella hídrica de los establecimientos, un sistema de inteligencia turística para la toma de decisiones, quioscos de información turística inteligentes, la obtención de reconocimientos internacionales de su patrimonio cultural, entre otros.
De esta manera, se observa un incremento de ciudades que buscan convertirse en destinos inteligentes con la finalidad de atender las nuevas demandas de los visitantes cada vez más exigentes y conscientes de su impacto ambiental. En muchos casos, se piensa que la categoría de “inteligente” se limita a la implementación de tecnologías en el territorio y la actividad turística, sin embargo, un destino inteligente va mucho más allá, implicando una gestión integral del territorio. Elementos como la generación de políticas claras enfocadas en la sostenibilidad tanto económica como social y ambiental, implementación de procesos circulares y articulación con la comunidad, el proceso de innovación de la ciudad, el aseguramiento de la accesibilidad y conexión de los destinos, también juegan una parte fundamental cuando se trabaja por ser un destino inteligente.
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Finalmente, desde Visionarios Magdalena se reconoce la necesidad de propiciar un cambio integral para la transformación del Magdalena en un destino turístico sostenible e inteligente, es por ello que se mantiene una visión holística de los distintos elementos del departamento con la finalidad de fortalecer el sector turístico.
José Ángel Valderrama
Dirección de Operaciones de Evaluación de la Conformidad
Asociación Española de Normalización y Certificación
Por: Lina Casalins Mendoza
Analista de políticas públicas